La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal ha tomado una decisión significativa al rechazar el pedido de prisión domiciliaria solicitado por Raúl Antonio Guglielminetti, un exagente civil de inteligencia del Ejército Argentino condenado por crímenes de lesa humanidad. Con 83 años, Guglielminetti seguirá cumpliendo su condena en prisión, sin posibilidad de mitigantes.
La defensa de Guglielminetti argumentó la solicitud basándose en presuntos problemas de salud. Sin embargo, el tribunal consideró que no existen afecciones graves que justifiquen su traslado a un régimen de prisión domiciliaria. Este dictamen fue validado por unanimidad por los jueces Mariano Hernán Borinsky, Javier Carbajo y Gustavo M. Hornos, quienes enfatizaron que el cumplimiento de la pena puede llevarse a cabo en el ámbito carcelario, con los controles médicos necesarios.
Detalles del Caso de Guglielminetti
La decisión del tribunal también tuvo en cuenta la opinión desfavorable de las víctimas y la oposición de la querella, así como del Ministerio Público Fiscal. Además, se destacó que la edad avanzada del condenado no implica la concesión automática de la prisión domiciliaria, tal como lo establece la ley. Esta no es la primera vez que Guglielminetti intenta obtener este beneficio; ya había presentado solicitudes similares que fueron rechazadas en el pasado.
Los Crímenes de Raúl Antonio Guglielminetti
Guglielminetti fue condenado por su participación en múltiples crímenes de lesa humanidad, incluyendo 25 casos de privación ilegal de la libertad agravada y 21 hechos de imposición de tormentos. Su involucramiento en el centro clandestino de detención Automotores Orletti es especialmente notable, ya que este lugar fue uno de los más infames durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.
El Automotores Orletti operó en Buenos Aires entre mayo y noviembre de 1976, y fue conocido por las brutalidades cometidas en su interior. Guglielminetti también tuvo un papel relevante en el circuito represivo ABO y en otro centro clandestino conocido como La Escuelita, donde se llevaron a cabo numerosas detenciones y torturas.
La última sentencia contra Guglielminetti, emitida en 2022, le impuso una condena de 10 años de prisión por su participación en la retención ilegal de nueve víctimas, en el contexto de una persecución gubernamental a un grupo empresarial conocido como Chavanne-Grassi.
Reflexiones Finales sobre el Caso
La decisión de la justicia refleja un compromiso con la memoria y justicia para las víctimas de la dictadura. Guglielminetti, quien ha intentado evadir las consecuencias de sus acciones, continuará enfrentando su condena en prisión, una medida que subraya la importancia de no permitir que los crímenes de lesa humanidad queden impunes.
Es fundamental seguir informando sobre estos casos y recordar la historia para asegurar que nunca se repitan tales atrocidades. El camino hacia la justicia es largo, pero cada decisión judicial es un paso importante en la búsqueda de verdad y reparación.
